DÍA 3No me quejaría en lo absoluto si diario ésta fuera mi vista. Si diario tuviera unas horas de paz y tranquilidad como en casa Tiny.
Desayunamos. Sencillo, sin preocupaciones ni prisa. Sólo él y yo.
Emprendimos nuestro camino hacia casi Wabi. Decidimos tomar el camino largo. El sol pegaba peor que nunca, pero tengo la filosofía que en la vida hay que disfrutar el momento, sean como sean las circunstancias. El camino estuvo pesado, pero la recompensa grande. Llegamos y a lo lejos visualizamos el gran recinto. Caminamos por esta gran calzada anhelando un poco de sombra. Llegamos a la gran palapa.
Amablemente Juan nos dio un recorrido por todo el espacio. Aquí unas cuántas imágenes.
Terminamos el hermoso recorrido. Una vez mas decidimos pasar por unos mezcales-mango al Hotel Escondido. Tomamos un par y nos apresuramos para regresar a casa Tiny.
Disfrutamos el resto del día y la noche con rosado-limón, botana, música, sol, alberca y un buen libro.
Sin preocupaciones ni prisa. Sólo él y yo.
DÍA 4
Todo tiene un principio y un fin. Y este fue el último día de despertar en este maravilloso lugar. Mientras Pato, mi esposo, dormía, decidí explorar por última vez. La luz era magnífica, mis ganas de quedarme un día mas, ¡enormes!
Antes de ir al aeropuerto pasamos a Zicatela. Ahí desayunamos en un delicioso lugar Café Olé. Lo recomiendo ¡AMPLIAMENTE!
Y…. tan tan, la vacación termino, pero nosotros regresamos felices, descansados y con muchas ganas de regresar <3
Si quieres reservar unos días en este maravilloso lugar busca casa tiny en airbnb